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28 feb 2013


Tres poemas inéditos de Reina María Rodríguez donde se teje la cotidianidad a través de un piano que es agua, piel y espectáculo de una biografía que va solitariamente hablando su encuentro con el tiempo y con lo que se pierde entre página y página. El paisaje expuesto a su fragilidad donde la poesía hace uso de una realidad emotiva que alcanza en el lenguaje un horizonte repleto de sonido puro.






Morir dos veces

En alguna parte de la vecindad, alguien tocaba el piano…

Hoy ha muerto un piano.
El piano. Mi piano.
Le cayeron a golpes.
Lo asesinaron
porque tenía comején.
Su corazón estaba pudriéndose
como el mío, exactamente igual.
Sus cuerdas estallaron, abajo.
Sin sonidos, sin pasión.
Y no pude ver al bajar,
en qué funda envolvieron los restos,
su teclado amarillo, el alma.

Me fui al mar
culpable por no haberlo defendido
en su agonía.
Culpable por dejarlo morir dos veces.
La primera, cuando dejé de tocarlo hace años.

Así murieron dos veces mi padre y mi hermano
que compartían conmigo la butaca de caoba tallada
cuando tocábamos a cuatro manos, “Para Elisa”
y el gato Musso se acostaba encima,
en la tardecita
para vernos tocar desde esa perspectiva.

Siento el vestido congelándose en la espalda
ahuecada
ante el vacío del espacio dejado.
Siento el olor de la madera
subir desde el basurero donde lo echaron
a reclamarme
otro fin.
Fascismo de estos jóvenes que no saben
amar el lenguaje.
No saben que el búcaro era de bacarat por su sonido
cuando se balanceaba sobre él con flores
que no eran plásticas.

La pared ahora solo puede ser una pared sin música
con una huella indiferente al centro
(otra mancha)
donde pondrán una tabla con flores para sustituirlo.
El cementerio del piano, su tumba.
Siempre tendrá desniveles, aunque pretendan emparejarla.
Ni siquiera habrá un gato rondando por allí su cabeza
amarilla.



Resaca

“…La naturaleza suena en el aire, pero resuena en el alma.”

Cuando el Malecón empieza a desbordarse
caen en la acera tablas del piano,
flores pintadas a mano salen a flote
no como decoración, sino como dolor.
El tiempo retorna, se revierte
y necesito de esa reversibilidad para existir.
El ruido de sus olas no me ha dejado tranquila,
entre compases de los que no me arrepentiré
incluso, arrepentida de no hallar una octava
en proporción para mi mano

que alcance su horizonte.

El temblor de una cuerda,
la vibración de una columna de aire
sin obstrucción
por la que apostaría:
porque un retorno siempre es insertarse
entre las nuevas olas
-tonos altos, tonos bajos, semi tonos-,
una progresión que protege un estilo
para defendernos de la indefensión;
un estribillo que no nos quita el miedo
a la tempestad, pero nos calma.

El golpe del mar feroz este día
y luego, su solapada tranquilidad
que no se confunde con otros sonidos
ni se queja, pero mata.
¡Me habré ahogado en él tantas veces
repetitivas y diversas
que aprendí con precaución a flotar con un estribillo
entre los dientes!
a convencerme sola de mi imposibilidad
(mi confianza absoluta)
al mirarlo enfurecerse
y tranquilizar
su raya gris
contra la quilla
sobre el puente móvil desprendido
de un instrumento que suena
por todo el tiempo que perdió
entre dos aguas.



Solitarios en el marabuzal

“Quien se acercaba al Castillo era como un viajero
de los tiempos antiguos, solitario en la nieve”.
Roberto Calasso
Una pequeña hormiga en mi página
(sabe que si cierro la libreta morirá
o no sabe nada y se apura porque sí.)
Corremos nosotros del temporal, de la lava,
antes que la lluvia que es candela o agua
arrecie.
Llegamos a la colina
(la página de la hormiga)
es una zona militar, nos dicen,
como es casi todo aquí.
Osvaldo me arrastra casi para llegar
hasta el Cristo encima de la bahía.
Marabuzal sobre luces de barcos anclados
hace milenios allí.
Herrumbre romántica que nos solapa
de las inclemencias de haber nacido en una isla.
La hormiga sigue haciendo zigzag
escabulléndose con vértigo de la tapa dura y negra
que la aplastará
(un trueno)
ilumina un camino
para avanzar después:
parece libertad.
Sigo el trillo con él, siempre subiendo.
Su mano ancha, gigante, se suelta de la mía
que resbala
y me pierdo entre una página y otra sin llegar,
sin ver más
el agua o aquel fuego
de una antorcha a lo lejos.



Poeta cubana nacida en La Habana en 1952. Licenciada en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de La Habana, es sin lugar a dudas una de las figuras más importantes de la poesía cubana actual.Trabajó como redactora de programas radiales y dirigió la sección de Literatura de la Asociación Hermanos Saíz. Ha publicado en revistas de América y Europa, y su obra ha sido traducida a varias lenguas. Ha sido galardonada con el premio de poesía "Julián del Casal" de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en los años 1980 y 1993, con el premio "Revista Plural" de México en 1992, y con el premio "Casa de las Américas" en 1984 y 1998. Además, en 1999, recibió la "Orden de Artes y Letras de Francia". Su obra publicada la integran: Cuando una mujer no duerme en 1980, Para un cordero blanco en 1984, En la arena de Padua en 1991, Páramos en 1993, Travelling en 1995, La foto del invernadero en 1998, y Te daré de comer como a los pájaros… en el año 2000, entre otros.

22 ene 2013

Viaje circular de frases rotas, de músculos que se agitan festivamente bajo una ráfaga de impresiones que hacen del mundo el discurso de un collage tercermundista, como dice Minerva, donde aparecen el fraseo y los elementos populares de la fauna latina. La vida está fragmentada y el modo de sobrevivir es aprender a sobrellevar la explosión de lo despedazado y orgánico dentro del ojo, viajando hacia el cerebro y luego hacia la lengua y hacia el papel y otra vez del papel hacia el ojo viajando hacia el cerebro y una vez más en la lengua que quiere maldecirse atada a un montón de palabras. Estos poemas destellan maravillosamente en su lectura al ritmo de una alucinación personalísima y deconstructora de todos los sentidos.



detrás de las palabras canciones cantadas en los labios la manera en que hablas maldecir treinta años coronados de laureles el esguince la soba el sentón la culpa robada al vecino fosas rápidas atenea en la glorieta el cuerno de chivo héctor fuera del templo recuperando la fe el auge de su voz creyente a los oídos paseantes sin motivo sin felicidad sin leña el rico muy pobre y el muy rico pobre también lloran con palabras dichas al jubileo los ojos de boliche saturno en la azotea chispa la autopsia el corazón en peste músculo tenso collage tercermundista y el silencio un clavadista de acapulco senhoritas from havana you know héctor al borde entre los escalones publicitando las piernas con exceso de velocidad la carne la tintura del tatuaje el zorro de nueve colas zombie entre la masa devorando el pavo el relleno las nueces you know héctor la dicha la oratoria la manera irreversible de escupir trinando el culo elíptico ralo la manera la oratoria el silbato a medio tiempo gol-gol-gol mientras el miedo olor la flama gota la piel la cera la sangre diesel la semántica ráfaga los restos moscas las palabras héctor el primero la forma hablada la pocilga la lluvia dada la más amable detrás diciendo todo sin decir nada



detrás de las palabras el mercado orgánico abundancia absurda la irritación de las fosas rápidas codeína harina roca el nacimiento de mujeres cifra nula y los úteros mundiales identificaciones chamánicas para viajar en ufo senhoritas from havana sin censura librando los senos tiesos las costumbres la burocracia puro teatro poliomielitis cráneos despedazados de niños con rabia gonorrea mientras la dicha la oratoria el no decir detrás se habla mierda you know héctor clavadista en la glorieta atenea bañista de acapulco el corazón festejo el collage el ponche piedra amatista y el silencio un poder y una herramienta mientras la dicha la oratoria la manera el coágulo dónde héctor el primero la caída el tropezón la bala el sexo la postura héctor la zanja el cuello el tendón el óleo la sangre añil los cánceres esfínteres héctor los versos las palabras karma las esquirlas quistes la vida ovárica la semántica mentiras mientras héctor las palabras mientras héctor el primero con heces formas dichas habladas dadas hechas el ocre sin poder decir detrás de las palabras el pump el miedo para decir todo sin decir nada



que es amarillo que es horror niño pantalla no dentro la lengua un semiótico que es todo lo que respira se pira la sumisión sustituir decibeles decir imposible la palabra rota la palabra roña saber que no es batir creer uno lo mata niño no mata niño padrefrater yo soy el transterno transterrado horror desde la orilla río risa yo soy el padrefrater madre de las palabras vecina que resina mother word el tiradero pantalla azul en amarillo letra ciega volcadero los amores los horrores son insanos son horror las cuatro en punto el futuro vendrá solícito lo demás arriba abajo lo demás más amarillo la letra la alimaña la palabra carmín de luz nieve negra azul oro amarillo azul horror detrás de las palabras lo que no transcrea lo que sí mockva negroazul casi amarillo la pantalla ansiedad el camino volga tránsito sí al fin decir por qué el qué yo todos desdoblado poro libro poro libro pera libro para te quiero no importa el día odre orden cómplices nos los míos lo que creíamos era no era lo que sabíamos sabíamos no sabíamos las palabras vasos versos verbicongratado voconecesitado visualdeleite amarillapalabraazulpantalla no! detrás de las palabras la pantalla la palabra movimento-cosquilla pantalla-corazón detrás de las palabras palabra amor palabra olor lindo maestro te llamo yoko ozono la palabra liberar liberar-zen adherir-zen y los muertos pantalla-amarillo-rojo-corazón la palabra mantaterrorífica la palabra gira brinca destruyendo-zen lindo maestro la palabra amor la flor yo el débil yo el discurso yo el padrote yo el mudo yo el verso el beso el viento el vidrio el vino in vitro in situ yo el chamorro make it digital! la batalla yo poema viajar-zen mi amor a benj is a benj like a benj-ufo tufo fufurufo salar pescado que yo invito radioactivo yo la dicha la oratoria se habla apocalyptico-mongólico yo sabía dizem que estás à direita mas marx sabia que teu lugar é à esquerda banda ancha al corazón pasando el arte yo alienado postutópico yo amor a la palabra en la pantalla pantalla porque obliga gramáticopoema vacío vicio por decisión palabras fuego pantalla azul o azul é pus de barriga vazia texto amarillo o amarelo é bile de barriga vazia but for amor yo soy tu tierra tu casa divisionária rebelionária visionária



Minerva Reynosa (Mty., N. L. México, 1979) Poeta. Ex-Becaria del Centro de Escritores de Nuevo León en Monterrey 2003. Ex-Becaria del Programa de Estímulos a la Creación Artística de Nuevo León 2007. Ex-Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en Jóvenes Creadores 2009-2010. Becaria del Programa de Estímulos a la Creación Artística de Nuevo León 2012-2013. Ha publicado: Fotogramas de mi corazón conoceptual absolutamente ciego, Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo Léon/El Tucán de Virginia, 2012; Atardecer en los suburbios, poesía, Fondo Nacional para la Cultura y las Artes/Universidad Autónoma de Nuevo León, 2011; La íntima de las cosas, poesía, Mantis Editores/Secretaría de Cultura de Jalisco. Guadalajara, 2007; Emötoma, poesía, Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Noreste. Monterrey, 2007; y Una infanta necia, poesía, Harakiri Plaquettes. Monterrey, 2003. Ha participado en festivales literarios en México y el extranjero. Sus poemas han sido traducidos al inglés, alemán, francés, ruso y sueco. 

19 dic 2012


No hay claves para leer ninguna poesía, y así debería ser siempre, pues la buena poesía va sola, viaja y obtiene su propio sentido (o corazonada) en el lector decidido. Estos poemas de Pablo de Cuba Soria van narrando un suceso que solo se complementa en el paisaje que se borra, y en el fraseo de lo narrado que aparenta ser un sueño o una pesadilla. La realidad a través de sus ruidos organizados anuncian lo perdurable en un juego aparente de contrastes. Lo que está ahí es y no un destrozo de sentidos, pues se va construyendo a sí mismo a través de la lengua y su reptar barroco. Poemas que abrillantan en sus cortes el perfil de nuestra materia desordenada. 




MASAS DE LIEDER 


Golpes de calor en el filo de los pantalones, decía Pinchos a medianoche en los talleres. Celia, Celia, ve los colocando entre Lesbia y Catulo, entre masas de lieder que conducen a Materia. El rabino cierra la puerta para encerrar al ruido. Las mujeres leen, subrayan. Es la obra que desde A practican, como quien dice: han visto a Apollinax elevando el libro hasta la frente. Golpes de frío para que perdure Pensamiento. La carrera de caballos en sí misma a la velocidad renuncia. Finalmente a Realidad accedieron: soñaban que el vaso de la mano caía, afuera del sueño. 



REGIMEN SANITATIS 


Hay viudas que terminan por congelar el desorden, las han visto reptando donde cierra el ojo. Le llaman disciplina para educar ficciones. De ahí que los gatos bajen al encuentro de salud. O es la práctica de la purificación temprana, anterior a cualquier aseo de las entendederas. Pensar en las afueras de los opuestos resulta me imposible. Sí los duelos que en el vientre se acumulan, hasta abortar la prosa que olvidó sus referentes. Huele en blanco. Deja las estáticas, reconocer se en los otros jamás pudieron. Han enmudecido los oídos, pujan, se lavan las manos previo al parto. 



SOBRE EL CONCEPTO VULGAR DE TIEMPO 

Sabe el carnicero sobre las últimas voluntades de la res, muerta, descuartizada por voluntad de Tiempo que jamás precede al carnicero, sino que lo contiene, para así prefigurar las formas de las reses vivas, anteriores estas sí a Pensamiento, que ha gobernado por decreto, por definición melódica, acaso por extensiones que su lengua alcanza. De las representaciones de las reses que se han configurado fuera de la mente, sabe el carnicero, de ahí que él pueda intuir las, descuartizar las doctamente, hasta extirpar les las realidades (coces) de sus voluntades últimas. El concepto vulgar de Tiempo así lo dictamina. 




Pablo De Cuba Soria (Santiago de Cuba, 1980). Ha publicado los cuadernos de poesía: De Zaratustra y otros equívocos (Ediciones Extramuros, La Habana, 2003), El libro del Tío Ez (Ediciones Itinerantes Paradiso, Miami, 2005), Rizomas (Tranvías Editores, Lima, 2010), e Inestable (Editorial Silueta, Miami, 2011). Poemas suyos han aparecido en antologías como Jóvenes autores cubanos (Editorial Verbum, España, 2004) Malditos latinos, malditos sudacas. Poesía iberoamericana made in USA (Editorial El billar de Lucrecia, México, 2009), Antología de la poesía cubana del exilio (Aduana Vieja Editorial, Valencia, 2011), y Distintos modos de evitar a un poeta. Poesía Cubana del Siglo XXI (El Quirófano Ediciones, Guayaquil, 2012). Radica en College Station, Texas. 

27 sept 2012

Temblando de muerte en muerte, o de vida en vida, estas tiras de carne y de lenguaje, sutil y fascinante, como la iluminación inconsciente a la que nos lleva un buen poema, nos convoca una vez más a otra lectura de la poesía diversa y enriquecedora de José Manuel Barrios. Parecería decirnos que hay un sueño y un porvenir que solo podremos pisar si accede el hombre a convertirse en viento desgranado. En lenguaje ya nunca más disfrazado de consciencia, en consciencia ya nunca más disfrazada en movimiento. José Manuel Barrios es uno de los poetas más interesantes que han aparecido desde la década pasada en nuestro continente. Y estos poemas, precisos y vibrantes, deben saber que han de encontrar en sus lectores no solo la elaboración de su reptil, sino también su temblorosa construcción. 


Contact/Karma

1. Cuando el alma nace por su inconsciente, por su lenguaje, alcanza estados de belleza sutiles. Movimientos simples y vitales.


2. Toda alma expresa su alteridad, su Ello. Ya que cualquier alma hermosa es también un duende.


3. Cuando el alma está asentada en su anhelo de belleza descubriremos su inconsciente.


4. Por medio de los sueños, descubriremos su inconsciente.


5. Al teatro su duende. Al libro su locus. A la redención su danza.


6. Las deficiencias en la esfera del lenguaje son la expresión de una alteridad reinante y gozoza de su maniatazgo. Ese cuerpo es un reptil. Y constriñe.


7. La lengua es el segundo disfraz del inconsciente. La existencia de la humanidad, es también, el inconsciente de su destrucción.


***

Deambula sin cesar

de muerte en muerte


Deambula sin cesar

de muerte en muerte

de muerte en muerte


Como una llama sin humo, del tamaño de un pulgar, así es el alma; amanecer del pasado y del futuro, igual hoy como mañana:

En verdad esto es Eso.

***

En verdad esto es eso.


Ven y Mira


el bosque de los Cedros


1.

Es un hombre [al que no se debe mirar], vive en el bosque de los cedros [el vive en un árbol]. El vive en un árbol al cual no se puede nombrar. El vive en la cúspide.

Para alcanzar la cúspide habré de convertirme en viento.

Habré de conventirme en viento.

¿Quién custodia el bosque? No lo sé, pero su alcance es amplio.


2.

Hay un piso [imposible negarlo]

que no se puede pisar.

Aproxímate [pero no entres]

Acércate [no sucumbas]

quita ya ese pie del camino.

Hay un camino

más allá de los cedros

al cual no debes cruzar

las amalgamas del bosque

ni las rocas enjuntas por girasoles

he allí

el espíritu del bosque.

Los sueños se adueñarán de ti.


3.

En verdad esto es Eso.


4.

Los temblores se adueñarán de ti. Los sueños se adueñarán de ti.

Se adueñarán de ti los temblores. Y temblarás por todo el porvenir. Serás un pedazo de piel colgando de la vida. Temblando de muerte en muerte.

5.

Temblando, de muerte en muerte.

De muerte en muerte.


6.

Habrás de conventirte en viento.

Habrás de convertirte en viento.



José Manuel Barrios / foto: ©Magela FerreroJosef Manuel de Barrios. Montevideo, Uruguay, 1983. Cursó estudios de grado en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UDELAR). Publicó, en poesía: Explanans (Zignos, 2007), Democracia (Linardi Risso, 2007; Fondo Concursable para el Fomento Artístico y Cultural, MEC), Coagula (Red de los poetas salvajes, 2009), Bagrejaponés (co-autoría con Alex Piperno, Olga Leiva, Diego de Ávila y Santiago Márquez; Editorial Mental, 2010), YOGA (Limón Partido, 2011; primer volumen/divulgación deTELOS/VIRGA, Dochtrina) y Atari (Editorial Mental, 2012; Telos/Virga volumen 2 Endochtrina). Participó en el libro colectivo Silicio: poesía y delirio de cinco poetas latinoamericanos (Red de los poetas Salvajes, 2009) y forma parte de las antologías 4M3R1C4, Novísima Poesía Latinoamericana (Ventana Abierta, 2010); 2017, Nueva Poesía Contemporánea Tomo 1 (Milena Caserola, 2009) y Cajita de música, Poetas de España y América del siglo XXI (AEP, 2011). Es director general de Gusto Tuyo, Encuentro de Poesía Latinoamericana en Montevideo. Ha presentado su obra en varios festivales internacionales de poesía en Chile, México y Perú. Dirige el proyecto escritural “Nuestro Mundo”, laboratorio de escritura con adolescentes, desarrollado en los cursos de enseñanza media, ciclo básico y bachillerato. Está dedicado enteramente a la divulgación del Telos/Virga. 

22 jul 2012

A continuación tres textos inéditos del poeta peruano Róger Santiváñez. Aquí hay un intenso chapoteo musical por donde avanza la voz entre un brillor especial y libre. Libre, quizás porque hay un fondo intuitivo que dirige ésta música que es a la vez rizoma y horizonte interno. Viaja el texto sobre una tonada íntima y barroca, y en sus quiebres sincopados alcanza un enlace entre un paisaje actual y un paisaje anterior, que nos evoca una nostálgica alegría.





COOPER RIVER ORILLAS


[Helíades] 

Intenso calor raquetas oxidadas 
Foráneas raíces chapoteo de olitas frescas 
Golpean el entrevero palos & plásticos 

Hay una playa enana un rizoma azul 
Sobre aplastada paja la inmensa diosa 
Parda una entrada al junco indi 

Visible faena bruñida al reluciente sol 
Latente arañazos en mis brazos plu 
Ma fuente anuncia poniente van 

Desapareciendo los trinos se callan 
Latas viejas otra vez en la explanada 
Colchón forestal te recuestas en el 

Aire desta penumbra mañanera en la 
Manera que tiene Dios de ser el río 
Aposentado pacíficamente dócil a las 

Tiernas marejadas abiertas sobre amplia 
Sin razón de belleza amada des 
Quicia la movida subte en remos 

Cadenciosos planeando volar oh yeah 
Panorama al fondo de uno mismo 
Nublado como esta umbría matutina 

      Inmóvil pero nunca muerta 



[Dirce] 

Qué susurran las altas copas qué 
Dirán el esplendor de la mañana 
Si pudiera transcribir el canto 

Chuerk Chuerk que anida entre 
El aire volado parecen cho-ke-kos 
& también sui-sui-sui trui-trui-rui 

Un concierto con la brisa pronta a 
Despertar la ternura de los árboles 
Mecidos como si fuera el jardín 

Memoria del jazmín de mi mamá 
& en el verdín del pequeño pantano 
Cimbra la amarilla flor equi 

Distante en el instante del Amor 
Rebalsa omipotente el lago cuasi 
Plateado echadas de espaldas 

Las muñecas miden el caudal leves 
Ondas tan frescas se iluminan al dorado 
Soplo del extravío conteo final & 

    Los kayaks rompen la líquida 

                Quietud



[Ixotta] 

Vuela un cardinal casi a ras del grass
Planea el viento empujando las hojas sil
Bos silvestres boqueo de bobitos sobre

Piedras niñas que respire la ribera salta
Otro pecho-naranja hacia la nada donde
Sesga sagaz la saga Sagesse de

La plática silenciosa sssssssssssssssssss
Bóveda encima recordada siempre
Bonsai maderas & vainitas a la vera

Matinal con rubicundas dulzuras dor
Midas plano mojado resaltan brillos
Fugaces fumados hacia el sol sucumben

Sufren sólamente acumulando espuma
En el retoque del rompiente se
Quiebran los arbustos lloran lágrimas

Briseidas & llegan a dejar su líquido
Ferviente corto verano de la anarquía
Extraña concurrencia pétalos

       Pink que guardo en mi

               Cuaderno



Róger Santiváñez (Piura, 1956). Siguió Artes Liberales y Ciencias de la Información en la Universidad de Piura. Obtuvo el bachillerato en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los siguientes libros de poesía: «Antes de la muerte» (1979), «Homenaje para iniciados» (1984), «El chico que se declaraba con la mirada» (1988), «Symbol» (1991), «Cor cordium» (1995), «Santa María» (2002), «Eucaristía» (2004), «Dolores Morales de Santiváñez» (Selección de poesía 1975 - 2005) y «Amastris» (2007). Y en prosa poética narrativa la nouvelle «Santísima Trinidad» (1997), «Historia francórum» (2000), y el libro de relatos «El Corazón Zanahoria» (2002). Formó parte de los colectivos La Sagrada Familia (1977 - 79), Hora Zero (1980 - 1981), Movimiento Kloaka (1982 - 1984) y Comité Killka (1989 - 1990). Obtuvo un Ph. D. en poesia latinoamericana por Temple University (2008) donde actualmente es profesor de Composicion y Lecturas Hispanicas. Vive en Collingswood, New Jersey - orillas del rio Cooper- dedicado integramente a la contemplacion y al estudio de los lenguajes poéticos.

8 jun 2012


El que avanza por los poemas de Mario Arteca sabe que no está en lugar seguro, la polifonía que recorre estos poemas le da un sentido múltiple, brillante y pulido hasta alcanzar las formas de una narrativa cotidiana donde aparecen cuestionamientos (¿o enfrentamientos?), conversaciones atravesadas por la duda y un paisaje con mirada y supuestos incluidos. Poemas cubiertos de vitalidad, donde de pronto emergen versos que son alertas reales, bravas indagaciones, y agitados retratos, donde la voz busca en la duda un territorio válido de autodefensa.



Nada & Sutilezas 
1977-1982

En mi país destaca la importancia
de la intención; el arrepentimiento
de una persona que sufre, resulta
de esas cosas que nunca se hicieron
sin protección contra el cinismo.
Detesto lo caramelos: son sólo
el comienzo. Se trata de pasatiempos,
y nuestra empresa es la industria.
“Revisé su ropa. Sé que salió de jogging.
Por eso creemos que fue a correr”, dijo.
Era tan reticente como exhibicionista,
pero lo siguió la sutil modalidad
de la autodefensa. En una noche
de lluvia y ráfagas los más jóvenes
se atrevían a levantar la cabeza.
Una ausencia aquí es la misma
ausencia en un territorio llamado
parte de la historia. La piedra corrida
en cada aspiración. Nadie puede decir,
en sencillo, “estoy enfermo, tanto
como vos”. La base numérica,
su carácter de relieve: mátenlos
en caliente
. Y al malo seguirá uno
bueno: difícil comulgar por ahora
con esta rueda de molino. La humedad,
una niebla, se disipan. “¿Sabe usted
quién hace correr esa obra maestra
de la calumnia?” Pude conocer
su causa y su gesto, al saludarme.


La pasión rusa
 
1962-1967

Creo que este avance en una buena parte   
está basado en el odio y la envidia   
sobre el cambio de poder en los años 60-70.
En cualquier caso, el odio y la envidia
y con poca previsión o qué tipo de mirada.
Una vez más: no es mi presupuesto.
Todo dragón de una oración, contento
de no ser sólo una cita. En una carrera
contrarreloj, sólo hay una opción:
seguir adelante, mantener cierta actitud.
Y el poder de los pensamientos de aquellos
tiempos que recibo de las miserias
de la realidad. Una sonrisa. Al igual
que estoy en carrera, el impresionante
viaje a Siria que otros hicieron, incluso
después de la agitación. “Escuchá,
a difundir la palabra.” Esta noche
en la tierra prometida, entro en visita
a volúmenes de mujeres rusas que tanto
amor trajeron a Argentina. Próspera
como pólder, la pasión rusa.



Lustro
1957-1962


¿Es necesario tener un título brillante  
en la cabeza para ser bello? Algunas personas
son como sombras que el propio sol, ya sabés.
Ahora, mientras esté vivo, el sitio seguro
será la distinción. RIP para el hombre
que revolucionó una industria e inspiró
a una generación. Su talento a través de todos
los peluqueros del futuro. ¿Estás en el salón,
ahora? Tengo serias dudas que vengan
por mi pelo, y sin embargo, se desmantelan
los mensajes, de pronto lejos de todo relieve.
Nada más un recordatorio: estaré afuera
desde el 13 hasta el 20; ponete en contacto
conmigo lo antes posible. ¿Lo ves? Ésa
es una de las razones por las que tanto
me gustás. En medio de este divertido
autorretrato, ordenando conejos de chocolate,
para decir algo acerca de lo que me gusta.
Justo ese tipo de cosas me agrada reproducir.
Lo repentino en mayor o menor medida,
mismo intercambio. Todo consiste en sentarse
sin una noción clara de lo que se quiere,
y luego, durante un tiempo, descansar.
La vista atrás del camino recorrido ofrecerá
la pregunta de siempre: “¿Qué es esto?” La idea
de no conocerse a sí mismo vendrá después. 


Mario Arteca (La Plata, 1960) es periodista radial y gráfico. Publicó: "Guatambú" (Tsé- Tsé, 2003; Cascahuesos, Arequipa, Perú, 2011), "La impresión de un folleto" (Siesta, 2003), "Bestiario búlgaro" (Vox, 2004), "Cinco por uno" (Vox, 2008), "Cuando salí de La Plata" (CILC, 2009), "Horno" (Al Margen, 2010), “Nuevas impresiones" (La Calabaza del Diablo, Santiago de Chile, 2010) , "La orquesta de bronces" (Goles Rosas, Mar del Plata, 2010), y "El pekinés" (Determinado Rumor, 2011). Este año saldrá "Hotel Babel" (Editorial Fuga, Chile), "Vinilo" (Lumme Editor, Brasil) y "Géminis" (Editorial Vox).
Figura su trabajo en las antologías: "Jardim de Camaleões" (Iluminuras, San Pablo, Brasil, 2004); "Actual Triantología argentina, peruana y brasileña" (Homúnculus, Lima, 2004)); "Pulir huesos" (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 2007. Compilación de Eduardo Milán), "Antología de la nueva poesía argentina" (Perceval Press, Santa Mónica, CA, EE.UU, 2009), "Traverseés. Une anthologie de poètes nés en Argentine entre 1960 et 1978" (Editions Apogeé, Rennes, Francia, 2009), "El verso toma la palabra. 33 poetas argentinos de hoy" (Homoscriptum. Universidad Autónoma de Nueva León, Monterrey, México, 2010.), "Neue Argentinische Dichtung" (Luxbooks.latin, Berlín, Deutschland, 2010. Traducción de Timo Berger).

17 may 2012


Tres piezas del poeta chileno Luis Correa-Díaz que abordan lo específico de la vida, desde la observación, reflexión y búsqueda de emociones, hacia lo no específico ni concreto que es la virtualidad y sus diversas plataformas como el youtube, el facebook y el skype. En estas plataformas hay interrelación y vida y donde hay vida debe haber materia poética. Clickable poem@s  son textos que buscan integrar al mismo tiempo la palabra con la música, vídeos y conceptos estirando así las posibilidades de re-significar y construir una aventura poética en nuestras vidas modernas. 
 





CLEA´S TATTOOS -A POEM SHARED T/FACEBOOK 

los 7 confesados tatuajes que luce
Clea, algunos a la vista, otros
ocultos como besos de la noche
sobre su piel dulcemente ocre
(de la que no sé más que eso
y por virtualidad fotográfica),
me pregunto sin esperar respuesta:
serán los de los 7 deadly sins
o los de las 7 heavenly virtues...,
el caso es que no importa mucho
porque los lleva como se llevan
las ganas de vivir after loving
con ese ciego y temerario exceso,
el cual pocos llegan a balbucear
-y si no que lo diga Jordin Sparks:




  
S/T [POR FALTA DE OCURRENCIA OPORTUNA]

            ya no era Cúpido, de eso nada más 

            que agregar hubo, sino la triple
            flecha del tiempo la que me tuvo
            un buen rato como un San Sebastián,
            maduro, pero igual herido
            mortalmente de entropías, aunque
            admito que por las noches, luego
            del estudio de los altos cielos,
            me entretuve en buscar versiones
            de una misma larga queja larga:
            ésta, por ejemplo, de Alejandra Robles: http://www.youtube.com/watch?v=LR0M-  

            O1HpRk&feature=related
            o aquélla de Baby Rasta y Gringo
            (y perdonen la reggaeton reference):
            http://www.youtube.com/watch?v=vAhIwL5MUTw&ob=av2n
            pasando por esa joyita
            de y para todas las e/Edades:
            http://www.youtube.com/watch?v=4H8Ase57VpM&feature=related
            no obstante fui a dar con otra
            con la que en definitiva me quedé,
            basta no?, a modo de consolación
            no por filosofía sino por bendito cansancio
            y en sana envidia de la suerte ajena
            http://www.youtube.com/watch?v=g03Q7ccI2zA

            ps.1> recuerden: no del amor (mío, tuyo)
            sino de esa triple flecha del tiempo,
            claro que desviada, por fin, por fin,
            por ese pequeño Buda que todos
            llevamos dentro, calladito, terso,
            porque yo ya no estoy (ni quiero)
            en este poema –si mal no memoricé
            el asertazo de nuestro Zagajewski-
            que tanto repetí y hasta el aburrimiento

            ps.2> curiosidad: ahora que rememoro
            estas peripecias cardioides –hechas, por
            contumacia, en un caracolote de Pascal-
            siento que me gustaría saber cuáles eran
            tus temas preferidos pero me abstengo
            en loor de lo expresado más arriba






VELOCIDAD DE ESCAPE -POEMA DIALOGADO POR SKYPE


[22:51:16] mvp: ¿qué significa que estén alegres?
[22:51:22] lcd: imagínate la gravedad cuando uno tiene el helicóptero para afuera
[22:51:37] mvp: ups¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
[22:51:47] lcd: ayer aprendí que hay una fuerza que se llama "velocidad de escape"
[22:52:05] mvp: y ¿cómo funciona?
[22:52:24] mvp: y ¿en qué circunstancias?
[22:52:55] lcd: en Física es la cantidad de energía que se tiene que aplicar a un objeto
                        (dado) para que pueda superar la atracción de la gravedad y elevarse
[22:53:25] lcd: la de los cohetes, por ejemplo
[22:53:31] mvp: eso suena casi como escapada artera
[22:53:33] mvp: o ataque de pánico súbito
[22:53:47] mvp: .......o quizás es sólo una interpretación mía
[22:53:53] mvp: me gusta.......
[22:53:57] lcd: por lo tanto se puede aplicar idéntico principio a estos cohetitos
vergonzantes y preguntarse cuál es la cantidad de energía que necesitan en un momento x para alcanzar la mentada velocidad de escape
[22:54:59] mvp: ja, ja, ja.........
[22:55:32] lcd: bueno, la corto ahora y nos conectamos mañana, ok?!
[22:55:33] mvp: creo que estás comenzando a interesarte demasiado en la Física (y
                           en lo físico, no?)
[22:55:42] lcd: y de qué manera, ¿cómo te lo explico?
[22:55:56] mvp: sí, mañana, entonces, me explicas algunas cosas.......
[22:56:01] lcd: bueno, pero por ahora te dejo, para que te duermas con una sonrisa
inescapable, el teaser clip del nuevo track (“Escape Velocity”) de los Chemical Brothers
[22:56:17] lcd: o tal vez, dicho a la antigua, esta pieza para piano de Masahiko Satoh



Luis Correa-Díaz es poeta y profesor de literatura latinoamericana en la University of Georgia-USA. Autor de Cervantes y/en (las) Américas: mapa de campo y ensayo de bibliografía razonada (2006), Una historia apócrifa de América: el arte de la conjetura histórica de Pedro Gómez Valderrama (2003), Todas las muertes de Pinochet: Notas literarias para una biografía crítica (2000), y Lengua muerta: Poesía, post-literatura & erotismo en Enrique Lihn (1996). Co-editor (con Silvia Nagy-Zekmi) de Arte de vivir: acercamientos críticos a la poesía de Pedro Lastra (2007); (con Scott Weintraub) de Vicente Huidobro’s Futurity. 21st Century Critical Approaches (2010), y editor invitado del número especial “Latin American, Spanish & Portuguese Literatures in the Digital Age. New technologies and the Literary” del Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies 14 (2010-2011). En la actualidad prepara el volumen colectivo Poesía y poéticas digitales/electrónicas/tecnos/New-Media en América Latina: Definiciones y exploraciones. Sus poemarios son: Cosmological Me (2010), Mester de soltería (2006 y 2008), Diario de un poeta recién separado (2005), Divina Pastora (1998), Rosario de actos de habla (1993), Ojo de buey (1993), Bajo la pequeña música de su pie (1990). Poemas suyos se pueden leer, por ejemplo, en: http://www.7de7.net/dinamicas/portada.php

30 mar 2012

La poesía de Eduardo Espina brilla en un movimiento constante que es lenguaje puro insertado en un mundo que ya no es material. Desplazamientos de imágenes y versos organizados por un aliento que parecería ir arrasándolo todo en ondas expansivas. Columnas emplumadas arañadas por la violencia sensorial bajo un fraseo constante. Un aliento tan auténtico como extraño donde el acto creador se apoya en los ordenamientos de esos ríos y esas grietas por donde fluye la hibridez más concreta. Una de las poéticas más gozadas y a su vez más enmudecedoras de estos tiempos.



SIN TAXIS, SIN TEXAS (*)

(Canta del país el aprendiz)

El efebo vence al chillido hechizado
por el aura oriunda; le dio por cantar
villancicos patrios cuando nada cree
que sea posible, se hinchó de paspar
la apariencia que compartiría aparte
del arte temido hasta por el alma tan
por sentir con la lluvia al descubierto.
Cuánta gota de la suya ganó desmayo
en la llanura por venir delante, con el
ojo amadejando a las lanas nupciales,
y por serlo del murciélago dan miedo.
Cuánto de todo ha sido insuficiente al
salir a la calle para encontrarse ¡solo!
Calla el rayo al caer, los murciélagos
callan llamando la atención del viento.
En el país vuelan ellos para las voces,
tocan las cuitas al tambor del pericón.
Anda que suenan, vihuelas y ukeleles,
y en medio, la fibra lisa del muchacho.
Canta que cantan, buen embutidor del
mate amargo en caso de que lo ceben
de Norte a Sur donde el sol se asoma.
Canta tu dato para el dedo sin palacio.
Canta muchacho para que mucho sea.
Quién lo diría, la jauría deja vestigios,
los hijos del pasajero eligen la lejanía.
A menos leguas de un país hasta otro,
la destreza del azar acerca al labriego,
hace que esto sea como ha sido recién.
El azur de la nación anuncia como un
ánima nace en sábado de menos a más,
y cada martes en manos de algo igual.
Pocos por una payada lo hallarán oral
de ser uruguayo porque su partida a la
pleamar del mapa llegó con una niñez.
De chico, recorría el país en persona y
quienes le perdieron las pisadas no lo
saben por existente en todas las razas
sanas pues según asegura la partida de
nacimiento y la sólida suerte del cielo,
había nacido con la persona que ya era.
Antes de ahora, cuando la nación suda
y la Osa sale a morir en pollera callada.
El país avisa de la belleza si aun es ella
llamando a la puerta cuando nadie abre.
¡Vaya chasqui vestido de viyelas, vaya
a dormir la siesta jugando a la rayuela!
Ah, esas cosas de los uruguayos dados
cada día al misterio de los teros, dados
a las achuras como yelmos cimarrones,
canes de caza para pensar al carpincho,
poniéndole a la cólera un bozal rabioso.
Yo, me pregunto, ¿y si lo fueran, digo,
también la tarde en que murió Artigas,
pues sin él, no me imagino a las plazas,
al mármol con su monumento a caballo?
¿Podría haber un lugar donde ya es hoy,
podría haber un país en el pensamiento?
Y esas plantas, ¿en qué tanto pensaron?
¿O piensan las palmeras morir primero?
Contra las preguntas que les perdonan
a las alamedas, me arrimo a las almas
para ser del organismo, y un poco tan
feliz de serlo: uruguayo, cuando ya no. 


VEO VEO, ¿QUÉ VES?
(Veo vulvas)

Veo vulvas, de las que andan por ahí sin saber lo que hacen,
Vulvas de las que andan por ahí, veo, sin saber lo que dicen.
Vulvas, de las que nadie ha visto, porque había una persona
en medio, porque esa vez estaba lloviendo, porque la madre
estaba dormida mientras la duración tenia repercusiones, mi
mano entre tanto, con su piraña en las uñas añadía algo débil
como un goteo espeso con el cual alguno hizo dulce de leche.
Veo vulvas afeitadas, de las que no tienen pelos en mi lengua,
afeitadas para no sentirse solas hasta la saciedad del sinónimo
por no saber bien qué significa estar atareadas como pie plano.
Hay vulvas a las que nunca les dan una mano y son mancas en
la cama, hacen lo que les da la gana, todo a regañadientes, las
mismas que dejan caer en saco roto los pelos de algún orgullo.
Veo vulvas de julias, de sallys y susis, hasta de una tartamuda
en otro idioma. Veo la vulva de adriana. Una vez vi una vulva
voraz detrás de una ventana abierta: miraba como si lo supiera.
Vulvas involuntarias, como si funcionaran mal de esa manera,
cochinas, hinchadas, ninguna hincada, achatadas y rechazadas.
Otras veces vi una vulva con un yo tan grande que pensé seria
la de yolanda, pero era la de ¡lucy! diciendo “recuerda, soy yo,
estuviste en mi suave interior un día de lluvia, porque llovía y
llegué tarde, fue una tarde de esas para hacerse pasar por uno”.
No sé porqué, pero veo vulvas de silvias y son muchas silvias,
una de ellas, con una vulva que volvió una noche y yo, estaba.
A la vulva de sarah (tenía tres) la encontré detrás del desierto
de (Sahara), dijo que había estado con, Tristan Tzara, dada a
estar como era con la humanidad entera apenas sintiera pena.
Vulvas vi también de las que solas saben hablar por teléfono,
vulvas valientes y cobardes, vulvas incapaces de hacerle mal
a nadie, ninguna nacida en Pennsylvania (una lástima), vulvas
con óvulos y overol, algunas con olor violento, una con aroma
a emanación mortal tal como la mamá la había traído a la vida.
A una de esas vulvas la encontré en una matinée, mientras ella
estaba viendo El año pasado en Marienbad y yo también quise
verla, cuando aun el año no había pasado por mi pensamiento.
La vulva vista en plena visibilidad debería venir de Hiroshima,
olía a átomo, a algo que había pasado con mucha gente muerta.
Mil vulvas que nos esperan a la vuelta de la esquina si se diera
el caso, menos castas cada vez, vulvas pero no de Taras Bulba,
vulvas de tamaras y marías (¡cuántas marías hay en el mundo!,
¡hay más de las que pensaba!), de susan que nadie había usado
hasta entonces, de carolinas y de ya no me acuerdo de quiénes.
De catalinas y katherinas, a cual más uterina, de sues y vickis
en quimono, y la de victoria, ah, cantando siempre su nombre.
Otra vez vi la vulva de una madre que no era la mía, la vi y vi
vulvas de susis y sucias, de alicias y soledades, de anicetas sin
haber sabido quién les puso ese nombre, vulvas algo lóbregas,
veo vulvas hasta cuando duermo, rezo y respiro, cuando como,
cuando (también ahí veo) me pica la nariz o hablo por teléfono
a un número equivocado, las veo cuando tengo ganas y cuando
no porque no solo de vulvas vive el hombre, pero igual las veo
cuando llueve, cuando recién paró, cuando una mujer parió un
niño que no es mío, y si es una niña también veo la vulva suya,
cuando alguien me pide una dirección para llegar a su casa y no
sé dónde quedará esa calle, veo vulvas hasta cuando nos las veo.
De cármenes, de maites, de luisas, de elisas (veo la de Elisa vida
mía y me dan ganas de llorar de la nostalgia), de irenes y a la de
sully la imagino ajena dando ahora vueltas por algún barrio reo.
Vulvas, vulvas, vulvas, vulvas, vulvas, vulv… las veo ¡ahí van!
y con ellas, aquella que una vez tuvo frío, vulvas que no saben
hablar en voz baja y por eso nunca las invitan a ningún velorio.
He visto vulvas en coma esperando el punto final para zafarse,
he visto otras que venían a ser parte de la tradición, pero ahora,
veo vulvas pobres y ricas, nómadas y anónimas, largas y cortas,
negras y blancas, y a tantas vulvas obesas cuyo tamaño varía lo
mismo en invierno como en verano aunque habrá que verlas en
primavera, rodeadas de geranios y golondrinas, vulvas aladas y
perfumadas, volarían así a una definición diferente apenas una
fe las acompañe al año donde nacieron con una forma de alma
imitada por la cual la belleza hubiera pagado hasta una fortuna.
Vulvas con su traca traca, cargando un semen apuñalado por la
espalda, castigo les deberían dar por andar cargando lo que aun
sabe a suyo, la yapa del chiquetazo, cómo poder con eso, ni que
fueran traileras transportando oro en su convaco semirremolque.
Con vulvas así, no se puede, porque ponen en duda el camino a
Sodoma amagando con amar al primer postor de su desparramo.
Vulvas que al llegar a los veinte les cantaron las cuarenta, pues,
pasado el tiempo, todas las vulvas terminan siendo la misma, ni
una se salva, todas hacen camino al andar tan llenas de moscas,
de no me acuerdo bien qué pasó en el pecado la noche anterior.
Sudando en contra de la infelicidad salen al soleado universo a
vivir con esa estética hasta que pueden y dicen colorín colorado
esta historia ha terminado, arrepentidas de no saber lo que pasó.
Vulvas de las que nadie nunca ha visto, invisibles hasta que las
manos las hacen nacer al instinto en cada instante tan saludable.
Vulvas con sabor a ceviche, alegres pero con un gusto agrio (tal
vez en su vida pasada pasaron días en algún yogurt), de las que
fueron atrapadas in fraganti haciendo estragos en la entrada del
tren fantasma, en su Parque Rodó uruguayo ¡tan lleno de ellas!
mientras llegan como bueyes cargadas de ayes huidos del ayer.
Hay quienes dicen que las vulvas son buenas, hay alguien que
su vulva cambiaría por una nueva aunque viniera de muy lejos.
En alguna parte habría que hacerle a la vulva una estatua, a esa
usada en nombre de todas las otras, vivas y muertas aquí y allá.
Sudor, ozono pino, pipas, altramuces, garbanzos salados, zotal,
aura de la fotogenia y hasta estertores cumpliendo el papel del
mal tilingo al quitarse de encima cuchiflates y guarrindonguis
alaban la pelambre que la bordea para cumplir el papel de los
días acuartelados vistos desde muy cerca, olfateando culta la
circularidad de una verdad que si no fuera tan mal vista, bien
podría servir como ablación en la corazonada de tenerla todo
el tiempo cerca hasta que algo agobiada viniera a los minutos.
La vulva esa escribe en su libreta de apuntes algo que todavía
nadie sabe: “Las dificultades de mis tartamudeos tuvieron que
ver con la tendencia que tenían los personajes antes de venir a
mí”, pudiendo ser el personaje cualquiera que quisiera estar de
acuerdo con la visita al tarambana cuando salió al raje, porque
según una leyenda, el pabellón de baños del cuartel entraba en
actividad al mismo tiempo que de aquí en más la blanda vulva
se ponía facilonga, haciéndose la que no sabía nada pero sabía.
La vulva que le había hecho un chantaje al Viejo Vizcacha, la
misma que por pura casualidad descubrimos donde no las hay
hacía su aparición bajo las fibras del biguá y de la arboladura,
había cumplido con un plan abotonado, nadaba en la leche del
mar cuando la pena valía hacerlo por eso que todas las vulvas
hacen, salir a las superficies para respirar. Y para que las vean.
Salgo al mundo y, veo vulvas. Han venido a darme unas ideas. 



EQUIVOCARSE CON LA PROPIA MANO DE UNO
(Un país apodado “guardapolvos”)

Estamos en una playa en Yemen, donde las mujeres temen al semen.
Como en esta playa solo yacen yémenes, lo que más falta ¡es! semen.
¿Cómo vivir sin, semen? Sería una charada, un badajo muerto debajo
del pijamas, sería amar a la hija mayor del mayordomo aunque jamás
mejore, pues en Yemen los meses vienen con menos semen a menos
que en el mapamundi alguien diga, esto no es Yemen, es el medio de
la nada como tú te la habías imaginado, seguramente antes que hoy o
quién podrá decirlo al respecto, la nada, sin hijos, con playas de arena
heroica hasta los pies, con una toalla enroscada a cada lado para llamar
la atención del cielo porque el cielo del desierto se parece al del olvido,
lo cual sería ideal, olvidarse de los sémenes hasta la semana que viene,
igual, todavía es miércoles, mientras nacen los ceibos involuntarios al
volver los bueyes del verano, ellos sí que semen tienen, incluso tienen
para prestar a cambio cuando entran a la eternidad con el año anterior
atravesando las huellas calladas desde ayer hasta hace mucho, aunque
sea poco, tiempo que papá podría haber tenido si aun estuviera vivo, y
mamá, que nunca quiso ir a Yemen pues allá, al semen todos le temen.


(*) Poemas inéditos pertenecientes al libro Mañana la mente puede.


Eduardo Espina nació en Montevideo, Uruguay. Publicó los libros de poesía: Valores Personales, 1982; La caza nupcial, 1993, 1997; El oro y la liviandad del brillo, 1994; Coto de casa, 1995; Lee un poco más despacio, 1999; Mínimo de mundo visible, 2003; El cutis patrio 2006, 2009. También es autor de los libros de ensayo: El disfraz de la modernidad, 1992; Las ruinas de lo imaginario, 1996; La condición Milli Vanilli. Ensayos de dos siglos, 2003; Historia Universal del Uruguay, 2008; y Julio Herrera y Reissig. Prohibida la entrada a los uruguayos, 2010, estos tres últimos publicados por Editorial Planeta. 


En Uruguay ganó dos veces el Premio Nacional de Ensayo por los libros Las ruinas de lo imaginario, (1996) y Un plan de indicios (2000), de próxima aparición. En 1998 obtuvo el Premio Municipal de Poesía por el libro aún inédito Deslenguaje. Sobre su obra poética se han escrito tesis doctorales, y extensos artículos de estudio fueron publicados en reconocidas revistas académicas como Revista Iberoamericana y Revista de Estudios Hispánicos. En Santiago de Chile, Red Internacional del Libro publicó en 2003 Con/figuración sintáctica: poesía del deslenguaje, estudio comprensivo de la obra poética de Espina realizado por el lingüista español Enrique Mallén, autor asimismo del libro Poesía del lenguaje. De T.S. Eliot a Eduardo Espina, publicado por Editorial Aldus en México, 2008. 

La poesía de Espina se estudia en diversas universidades de Europa, América Latina, y Estados Unidos, y sus poemas han sido traducidos parcialmente al inglés, francés, italiano, portugués, holandés, alemán, albanés y croata. Está incluido en más de 40 antologías de poesía latinoamericana. En 1980 fue el primer escritor uruguayo invitado al prestigioso International Writing Program de la Universidad de Iowa. Desde entonces radica en Estados Unidos. En 2010 obtuvo la beca Guggenheim. 

16 mar 2012

COLA 3: YAXKIN MELCHY

Hay un estado mental de cambio en este planeta que está por reventar. Si los 80´s fueron materialistas y los 90´s depresivos y decadentes, la nueva generación, aquellos poetas que desarrollan su lírica sobre el siglo XXI, tiene un cosmos particular, una libertad encantadora y además goza de una frescura secreta, que al mismo tiempo es sideral. Esto es lo que sucede con el trabajo del poeta mexicano Yaxkin Melchy, quien a ratos parecería ser el Principito de Antoine de Saint-Exupéry parado sobre un planeta por construir lleno de planos bidimensionales y algoritmos impulsados por el radio del sueño. Dibujos, collages, planos de objetos y artefactos para la vida práctica del hombre, códigos binarios, cuestionarios de personalidad, emergen en su poesía en cualquier momento, al igual que esa frontera en que la intuición demuestra que no hay que vivirlo todo para escribirlo todo.


GALAXIAS HERMAFRODITAS 
PLANETAS ALIENÍGENAS 
Y NIÑOS INDIOS 

*

la fuerza extraña
es el hielo mental
q me surca como un amarillo fuego
solar
reverberante
ión
y dedo
dios de la fuente de rayos
y la corona que en mí
me nubla la respiración
dios ardiente
gélida estrella
en el pegamento negro

tropos
tinta
caracteres vulnerables
para tiempos
de pirámides
comunicándose
entre galaxias
axis
- ejes de cuerpos
como mariposas plenas
volando
entre capullos vacíos de mariposas

yo savia
-lo sabía-
entre el oro que ha de
perdurar
ahora
que se ha desconectado
mi mente
de la escritura
y las palabras
las letras
y dios
que estuvo envuelto
por la niebla de la montaña
ahora
baja
un niño
y es el sonido
de los pájaros
bandadas
insectos
vacas
la lluvia
el sol
relámpagos
el fuego
tronando el suelo
ceniza
ángeles negros
trompetas
de caracoles
peces
de las cordilleras

éste era
el corazón
del fin de
un mundo
pensé
y mi silla
comenzó
a despegar
como Pakal
hacia
el infinito


**

En este muro que es la primavera abriendo los pétalos de las palabras
en este muro que ayer era un desierto en blanco porque no podía leer
ni maravillas ni pérdidas o las terribles derrotas de donde vine por la noche
En este muro que es el mar o que se ha convertido en un mar de candelas
pequeñas encendidas grandes cirios que resplandecen como estrellas
en esta catedral que podría también llamarse el universo o los ojos cerrados del asunto
Es este muro desde el cual te miro escribir y decir que renuncias a la poesía
y las flores de las palabras siguen brotando siguen abriéndose como quemando
cada minuto de silencio como si cada minuto muerto en realidad quemara
y me dices gritas hacia las paredes - que si la encuentro … no la veo y no la quiero -
y por debajo de nosotros Gonzalo Rojas sigue cantando aunque ya no lo escuches
y Enrique Verástegui sigue cantando y Mario Santiago raya su cuaderno con citas del Dante, y no es terrible te digo porque tus pulmones y los pulmones de la poesía
comparten la misma vida y ambos morirán contigo aunque nunca la escuches
mientras duermas algo brillará tan grande tan desorbitado tan demente que será
la alegría Y no es terrible los zapatos están sucios el cuarto está sucio la familia está sucia Esta calle huele a orines Esta música de Vivaldi es féretro de un niño que no ha encontrado los jardines sino las zanjas llenas de mierda Y sigue floreciendo cada pensamiento y cada palabra que quiso ser un poema en donde vivirían caballeros dragones gatos amantes del sol palabras acuáticas como medusas inestables remolinos de furia y hojas de papel tan delicado que no atreves a tomar entre los dedos y me dices – Los verdaderos poetas no han escrito, escribieron algo pero entonces vino el mar- y no sabemos si vino el mar por ellos o por esas palabras o si ellos eran las palabras que nadie volverá a leer pero volverán a escribirse millones de veces en los años venideros
y escuchamos un alfa y un final porque ya no se puede escribir; este libro suena más como a una flauta que como a una novela o a un relato o a un libro de poesía; suena más como que alguien en otro planeta ya no escribe y canta pero aún no se escucha cantando
y nosotros que escuchamos su eco podemos sentirlo como si fuera alguna palabra resonando en nuestras cabezas una palabra con puertas con ojos con dedos cubiertos de uñas afiladas que comienza a romper nuestras cabezas como una nuez que se quiebra
He olvidado la música y he olvidado el espanto que me causa el silencio ahora sé que no existen los espacios en blanco Y miles de palabras siguen creciendo en la arena
La Catedral no está vacía el universo no es vacío Es tan solo el reverso de una situación llena tan llena que no aparenta nada, entonces pareciera el triunfo del olvido o la muerte y con ello el olvido de todos nuestros poemas y la muerte de nuestra conversación Como la elegancia que se pierde cuando la lejanía borra la estela de un cometa de un barco o de una nube Pero no hay nada que congelar los poetas están en derecho de olvidar sus poemas de olvidar sus libros de olvidar su nombre y demás circunstancias Así todos los poemas se llamarían los poemas perdidos todas las montañas las montañas perdidas todos los mares los mares perdidos Y esta conversación podría escribirla otra vez para dedicársela al pasado o para que me la dediques en el futuro Dejaré de escribir me dices y te vas por donde salen los niños Para este muro llegarán las estaciones y se alejará Un día volverás a saber que hay flor
es por todas las estrellas del universo


***

marea cubierta por rayos celestes
lunas planetas cobras
devorando la Vía Láctea

pronto estarán acá
entonces es hora de bajar la sombrilla de las lágrimas
navegar en los barcos de la risa
fotografías
los ojos ya no tienen recuerdos
de la luz
y lo que observo es un campo inamovible
de oscuridad
y corazones enloquecidos

el sol disminuido como una bombilla
cejas del aluminio
corazón anillo de oro
péndulo de lengua
cada palabra muerde un cielo de silencio

pronto así
como si se despegaran las paredes
y las columnas
de este palacio que no necesita techo
y que cubre toda la vida
lo que me es familiar
sale como una fuente
por verdes islas imaginarias
niños invisibles libros infinitos
voz de las auroras
las carreras espaciales
ciencias centrífugas
ejes de personaje
ojos de porcelana extraterrestre

canto porque me he desnudado
en un lodo profundo del mar
o el pliego tenso de las aguas
kilómetros afuera de la costa
rostros que levanta la espuma
caricias que he de sentir de la luz
de las estrellas
quizá me rompa poco a poco
con estas palabras
que ya no tienen sabor ni dulzura
que están hechas de sal
y en sal he de convertirme
por años nadando bajo los mares

arte literatura teatro
son exilios posibles
pero no para un niño
en la oscuridad de su propio desatino

y en torno a los aerolitos
he compuesto mi abecedario
entorno a las plantas
he descubierto mi obra
los ojos
son el eón de mis dedos
y los pies con los que bailo
eón bajo los eclipses

a veces fui tras lo más grande
que me parecía más excéntrico
o la fuerza de un elemento salvaje
y otras veces he vuelto
reconociendo mi propia vida
como lo más chico
como un delfín
en el concierto planetario

entre lo más grande y lo chico
vuelan los ángeles
que zurcen la vida a la primera estrella
el devenir de días y noches
en remolinos de arena
y las pirámides
que son canciones de kuna
de una nueva civilización

yo sé que oyes mis pensamientos
y sueñas palabras que están rotas en mis ojos
yo sé que bajaré del palacio
con medallas que son aureolas
en mi vestimenta
(más perdidiza
que el bosque del caos)

el invierno me cubrirá
y ya no me descubriré en la primavera

dejo aquí la sospecha
de que he visto
desaparecer al niño
de una estrella lejana



Yaxkin Melchy (El Telar, México , 1985). Escribe un libro bioespacial que se llama El Nuevo Mundo, del cual se ha publicado: El Nuevo Mundo [I] (Rdlps, 2008), Los poemas que vi por un telescopio [satélite] (Tierra Adentro, 2009), El Sol Verde [II] (2.0.1.2. editorial, 2010). Los Planetas [III] (Literal, 2012). Entre otros libros virtuales, fanzines, fotocopias y tripulantes editoriales cartoneros. Fue editor de la revista Trifulca y coordinó la Red de los poetas salvajes. www.reddelospoetassalvajes.blogspot.com Participó en un libro homenaje a Juan Gabriel: Querido, (Mantarraya, 2010) y en la antología de poesía joven latinoamericana 4M3R1C4, (2010). Coedita el proyecto “2.0.1.2” www.2012editorial.blogspot.com. Escribe y dibuja 20 estelas y se dedica a la exploración de un lenguaje de las estrellas, de las plantas, y de los niños y niñas extraterrestres. Su blog es www.destruccionmasiva.blogspot.com.